“Ascendí a 40.000 metros. Estaba al límite del espacio y abrí la cápsula. Me senté unos segundos, solo, rodeado de oscuridad, y salté… Me convertí en el primer ser humano en romper la barrera del sonido”, relató el austríaco Felix Baumgartner. A lo que añadió: “hay que ser el número uno y demostrarlo. Esto provoca tal admiración que te convierte en un líder al que todos quieren seguir. Hay que romper las barreras de que no podemos hacer algo porque nunca se haya hecho”. Toda una revisión de la actitud de los líderes es lo que propusieron las dos jornadas celebradas el martes y miércoles pasados en Milán por World of Business Ideas (WOBI), que ha dado cita a más de 2.500 directivos europeos en el World Business Forum.
Bajo su lema Provocadores se pretendió un replanteamiento del liderazgo motivado por la tecnología, el Big Data, las redes sociales, el aterrizaje de los nativos digitales en las compañías y la llegada de la generación Google Kids. El mundo digital exige directivos que sepan obtener el mayor rendimiento y éxito de sus equipos inmersos en la maraña tecnológica y la hiperconectividad. Para Baumgartner, “buscar el mejor talento del mercado y más adecuado para tu proyecto, minimizar riesgos, estudiar las soluciones antes que surjan los problemas y prestar enorme atención a los pequeños detalles son las claves del mejor líder”. “Precisamente esos pequeños detalles importantísimos”, dijo Steve Wozniak, cofundador de Apple, “son los que nos dieron el liderazgo frente a la competencia. Steve Jobs se dio cuenta enseguida de su importancia y buscó que nuestros ordenadores fueran como piezas de joyería y diseñó el logo de la manzana. Revistió los ordenadores que yo idee con cajas llenas de glamour y diseño”.
Para Wozniak, una actitud inconformista es la clave de generar ideas y productos que cambien el mundo y provoquen el nacimiento de empresas exitosas. “Quería hacer mi propio ordenador. No me conformé con los manuales que ya existían de otros y empecé de cero. Trabajé mucho. Diseñar ordenadores pequeños y asequibles con instrucciones fáciles de entender para todo el mundo era mi sueño”.
En este replanteamiento de las estrategias de liderazgo del evento WOBI, incidir en las fortalezas y establecer evaluaciones semanales fue la propuesta más provocadora y rompedora del investigador y analista Marcus Buckingham. “Apuesto por un cambio radical: centrarse en áreas de fuerza y no en las debilidades como lo hacen el 69% de las empresas, porque no son ventanas ni áreas de oportunidad. El líder tiene que saber qué es lo mejor que hace cada empleado y darles confianza para saltar obstáculos. Ha de tener conocimiento individual de sus empleados”. Y añadió: “Propongo cambiar los modelos de informes anuales para hacerlos semanales porque siempre hay imprevistos y las cosas cambian. Hay que hacer evaluaciones en tiempo real con preguntas sencillas en diez minutos. Las nuevas generaciones exigen que se les preste atención”.
Por su parte, Sandy Carter, General Manager Ecosystem Development de IBM, propuso a los nuevos líderes perseguir la estrategia del juego Candy Crash, seguido por 97 millones de usuarios al día. Así, habla de una estrategia que “se emplea para que los directivos hagan un reconocimiento virtual a los empleados en tiempo real. Se motiva al empleado y este motiva al cliente”. Apunta además que el líder “debe compartir información, lo que en el juego te hace subir de nivel”.
En un mundo hiperconectado el consultor Mohanbir Sawhney, nombrado por Bloomberg Businessweek como una de las 25 personas más influyentes del e-Bussines, aconsejó a los líderes de cómo enfrentarse a los nuevos modelos de negocio que trae la tecnología, a los que califica como perturbadores digitales. “Hay que aprovechar las posibilidades de la hiperconectividad y no dejar que ésta nos robe nuestro negocio”. Para enfrentarse a empresas como Uber, Sawhney sugirió “perturbar al perturbador creando algo nuevo y aprovechando nuestros puntos de venta físicos; también podemos comprarlos e integrarlos a nuestra organización de forma gradual. Otra opción es adaptarnos y copiar ideas y prácticas del perturbador, hacernos hackers de ellos para actuar como ellos”.
En este sentido, el ex director de Recursos Humanos de Inditex, Jesús Vega, apuntó que “es difícil combatir a empresas nacidas de la economía colaborativa como Bla bla car o Uber con la cultura empresarial del pasado”. Además, vaticinó una gran crisis del consumo debido a que la generación milleniall (nativos digitales), que emplea mayoritariamente este tipo de productos de la economía colaborativa, y no se revela como gran consumidora. “Es una generación que no se vincula a las marcas y no se deja manipular, quieren pertenecer a un modelo de negocio donde se les tenga en cuenta”.
Un protagonismo que subrayó Steve Johnson, investigador considerado como unos de los diez cerebros del futuro digital a nivel mundial. “Los usuarios de Twitter empezaron a agrupar los mensajes con una etiqueta (hashtag) para que no se perdieran y Twitter lo copió. Se incorporó un producto que habían inventado los usuarios y sintieron que contribuían al desarrollo de la red”. “Es el momento del party business”, añadió Jesús Vega, “que aprovecha la energía de los empleados motivándoles con un proyecto en colaboración y un líder que les ilusione y les haga sentir bien. En Virgin Atlantic la diversión es la clave del éxito así como en Google, Desigual (fun and profits) y la empresa de venta on line, Zappos”, explicó.
Algo que apoyó el experto en marketing Oscar di Montigny: “Llegamos a una economía donde deben converger tecnología y relaciones humanas. En cinco años estaremos fuera del mercado si seguimos trabajando como hasta ahora. Llegan los millennials, sobre los que nos dicen las encuestas que al 53% no les interesa las ofertas bancarias y que el 33% no necesitará un banco en el futuro. Los líderes tienen un gran reto para enfrentarse a los clientes del mañana, hiperconectados y menos consumidores cuyas siguientes generaciones, los nanodigitales y los Google kids, seguirán su ejemplo”.
Y para ejemplos la trayectoria de Chris Gardner, cuya vida inspiró la película En busca de la felicidad, protagonizada por Will Smith, que pasó de padre soltero y sin recursos a convertirse en millonario de Wall Street al fundar su propia firma financiera Gardner Rich & Co: “si tienes un sueño persíguelo, no dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, porque en nuestro interior reside una fuerza que nos llevará donde nos propongamos”.
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