Pau Gasol vive pendiente de cada soplo de la situación porque su futuro se vincula directamente a los designios de Howard. El español nunca ha perdido la compostura, y mira que ha tenido oportunidades, ante los rumores de traspaso e incluso amnistía. Se reunió con la franquicia al término de la temporada sin recibir garantía alguna de continuidad. Siguiendo sus consejos se operó ambas rodillas y ahora está haciendo dieta -aconsejada por Kobe- para que esa parte del cuerpo nunca más sufra.
De Howard sabemos que este verano continúa sin trabajar su gran lacra y que habla más con James Harden que con Kobe Bryant. El margen de mejora de los Lakers es escaso. Los salarios comprometidos de Kobe (30) y Pau (19) no dejan camino a pensar que este equipo puede volver a postularse al anillo en dos o tres años. Pero quizá la solución al problema de los Lakers resida en simplificar todo. Pau con espacio en la zona, Kobe sin obligación de implicar a Howard y Nash sano son suficientes argumentos para que los Lakers dejen escapar a un pívot que quiere ser ganador, pero que piensa como un perdedor. Estar en los Lakers hasta el final de su carrera le hubiera garantizado un anillo como mínimo. Como dice el refranero, Dwight tú lo que vas a tener es pan para hoy y hambre para mañana. Pau, en cambio, sí que piensa que aquí todavía puede poner la guinda a su carrera.
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