El pasado mes de abril siete millones de turistas volvieron a apostar por los establecimientos no tradicionales, y prefirieron alojarse en apartamentos, campings o viviendas rurales. Esta cifra supone un aumento del 35,1% con respecto al mismo mes de 2013, y una recuperación frente al descenso del 12,7% experimentado durante el mes de marzo.
Los datos difundidos este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), sin embargo, advierten de que este aumento significativo se ve influenciado en gran parte por el efecto de Semana Santa, que este año se celebró en abril, mientras en 2013 cayó en marzo. Al analizar en conjunto ambos meses, marzo y abril, el aumento de las pernoctaciones es menos intenso, y se sitúa en el 8,8%.
Los turistas que más optaron por soluciones extrahoteleras fueron los españoles, cuyas pernoctaciones repuntaron un 83,7%, contra el incremento del 14,9% de los no residentes. En él Las pernoctaciones también aumentaron, hasta un 8,8% respecto al periodo agregado marzo-abril de 2013. En este caso las de los residentes experimentaron un crecimiento inferior a las de los no residentes, con un alza del 7,2%, y de 9,5% respectivamente.
En el periodo agregado marzo-abril, las pernoctaciones de residentes se elevaron un 7,2%, mientras que las de no residentes lo hicieron en un 9,5%. En abril, un total de 876.743 viajeros residentes en España realizaron 2,8 millones de pernoctaciones en alojamientos colectivos extrahoteleros, que se suman a los 538.275 viajeros del resto de Europa, con 3,7 millones de pernoctaciones.
En el primer cuatrimestre del año, las pernoctaciones se elevaron un 7,7% respecto al mismo periodo del año pasado.
La banda ancha se ha convertido en el negocio que más noticias positivas está dando a los operadores de telecomunicaciones en España. Al menos, en lo que a nuevos clientes se refiere. Según los datos de febrero que ha publicado este viernes la Comisión Nacional de la Competencia y los Mercados (CNMC), el sector ganó 69.030 líneas de conexión fija a internet, lo que supone un avance del 6% con respecto al mismo mes de 2013 y permite mantener el ritmo de crecimiento de los meses previos. Tras este repunte, el total del parque de conexiones de banda ancha fija en España se sitúa en 12,377 millones de líneas, lo que equivale a una proporción de 26,5 conexiones por cada 100 habitantes.
Hay que destacar que, del total de nuevas contrataciones de banda ancha, un 60% (41.139 líneas) correspondieron a líneas de fibra (FTTH). Con ello, el total de este tipo de conexiones asciende a 695.687, un 87% más que el año anterior. En cuanto al tipo de operadores, los alternativos volvieron a captar más usuarios con 53.830 nuevas líneas, mientras que los de cable ganaron 10.240 nuevos clientes y Telefónica, por su parte, sumó 4.960 líneas.
Frente al constante crecimiento de la banda ancha, los operadores volvieron a ver como caía su cartera de clientes de móvil. En febrero, el descenso de usuarios alcanzó las 66.744 líneas. La CNMC explica que esto se debió a que el aumento de líneas de pospago (138.000) no logró compensar los descensos que se han producido en las de prepago (‐165.000) y en las datacards o pinchos USB (‐39.000).
Los operadores móviles virtuales (OMV) lideraron la ganancia neta de líneas de forma muy clara, con 120.740 líneas, y alcanzaron una cuota de mercado del 13%, mientras que Yoigo sumó 24.650 nuevas líneas. Por su parte, Movistar, Vodafone, Orange registraron pérdidas netas de líneas durante el periodo: Movistar, -128.130 líneas; Vodafone, -54.780 líneas y Orange, -29.230 líneas.
Por lo que respecta a la portabilidad en lineas móviles, Movistar, Vodafone y Orange presentaron un saldo neto negativo. La diferencia entre números ganados y perdidos fue de -98.488 portabilidades en Movistar, -46.003 en Vodafone y -13.085 en Orange. Los OMV registraron un saldo positivo en los intercambios de +135.015, mientras que para Yoigo fue de +22.561. En total, cambiaron de operador más de 577.000 clientes tras los récords alcanzados en enero.
El número de líneas fijas se redujo en -5.588 y se situó en 18,8 millones, un 1% menos que en el mismo mes del año pasado.
El índice de precios al consumo (IPC) subió en Japón un 3,2% interanual en abril, lo que supone el undécimo mes consecutivo en el que suben los precios en el país asiático, según ha informado este viernes el Gobierno. El IPC, que excluye los alimentos frescos por su excesiva volatilidad, también registró un incremento del 2,2% con respecto a marzo.
Este avance coincide con la subida del pasado 1 de abril del impuesto sobre el consumo del 5 al 8 por ciento, un alza histórica en Japón. El incremento está, además, en línea con las previsiones del Banco de Japón (BOJ), que en abril de 2013 activó un agresivo paquete de estímulo monetario para poner fin a la persistente deflación que ha afectado al país durante 15 años. El objetivo del banco emisor es situar el incremento del IPC en torno al 2 por ciento para 2015.
A pesar de que el importante incremento de abril es una buena noticia para las autoridades, la principal subida la registraron, un mes más, los precios de los combustibles, la electricidad y el agua, que subieron un 6,9% más que en el mismo mes de 2013. Los expertos alertan de que estas subidas del IPC no reflejan la realidad económica de Japón, que mantiene cerradas sus plantas nucleares a raíz del accidente en Fukushima en marzo de 2011 y ha tenido que incrementar la importación de hidrocarburos para compensar ese déficit en generación atómica.
En Tokio, donde el análisis corresponde al mes de mayo, los precios se incrementaron un 2,8% con respecto al mismo mes de 2013, y aumentaron a su vez un 0,3% en relación con abril pasado. Los precios en el área metropolitana de la capital se consideran un indicador avanzado de la evolución del IPC en todo el territorio nipón.
