miércoles, 29 de enero de 2014

Cuenta atrás para salvar Pescanova

Un año. Eso es lo que va a durar el viacrucis de Pescanova. El Juzgado de lo Mercantil de Pontevedra ha dictado hoy un auto por el que declara el fin de la fase común del concurso de acreedores de Pescanova y la apertura de la fase del convenio. Significa que las propuestas para sacar a la empresa de concurso de acreedores a través de un convenio tienen que llegar antes del 28 de febrero de 2014. ese mismo día, justo un año antes, fue cuando todo empezó a desmoronarse: el 28 de febrero de 2013 la empresa confesó sus problemas contables, que han derivado en la imputación de la mayor parte del antiguo consejo y el descubrimiento de un enorme agujero en las empresa.


Según ha comunicado este miércoles la empresa gallega a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, en el auto remitido a la administración concursal de Pescanova el juez fija ahora varias fechas límites para la presentación y aceptación de propuestas de convenio. El plazo límite para la presentación de propuestas terminará el viernes 28 de febrero de 2014, y se admitirán los escritos presentados con ese fin hasta las 15:00 horas del 3 de marzo.


Una vez hechas estas propuestas, la fecha tope para presentar adhesiones o votos en contra a las a los posibles convenios será el 31 de marzo de 2014, por lo que "si se presentan mediante escrito que incorpore el instrumento público mediante el que se hayan efectuado en plazo, podrá verificarse hasta las 15:00 horas del 1 de abril de 2014", señala la empresa.


Pescanova, con sede en Chapela-Redondela (Pontevedra), se encuentra en concurso de acreedores con deudas cercanas a los 3.500 millones de euros. Entre sus acreedores figuran cerca de un centenar de entidades financieras.


Desde que el 28 de febrero de 2013 se conocieron sus problemas financieros, la empresa ha vivido un verdadero terremoto: a la confesión de irregularidades siguió la presentación del preconcurso de acreedores, y posteriormente su concurso, en abril. La hasta entonces rentable empresa resultó estar en quiebra técnica y con unas pérdidas que su actual cúpula (que sustituye a la anterior, imputada en su mayor parte) cifra 791 millones en 2012. La firma maquilló sus cuentas para esconder 2.323 millones de pasivo.


El concurso de acreedores agota su plazo sin que haya una salida clara encima de la mesa. La cervecera Damm, apoyada por varios fondos, ofreció una salida, que pasa por una renuncia de la banca de recuperar el 80% de lo que Pescanova le adeuda, a cambio de controlar el 10%. Damm, a cambio, inyectaría capital y controlaría la mayoría del capital. Los bancos, por su parte, han mantenido multitud de reuniones tratando de conseguir una solución que no suponga una quita tan elevada. En paralelo, la compañía se enfrenta a concursos de acreedores en sus filiales en el extranjero, entre ellas, los de sus firmas en Chile, que podrían acabar en manos de compradores extranjeros ante la falta de una solución desde España.






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