domingo, 23 de junio de 2013

Disney, rey absoluto de los parques

Los parques temáticos son cosa de Disney. Poco importa dónde estén. Si Estados Unidos, Europa o Asia. Es el principal grupo mundial del sector por número total de visitantes, 126,48 millones en 2012. Explota los ocho primeros recintos por afluencia y 12 de los 25 más exitosos del globo. Un negocio que generó 12.920 millones de dólares y un resultado operativo de 1.902 millones de dólares el año pasado, según sus últimas cuentas anuales. “Sus parques son los únicos capaces de atraer más de diez millones de visitantes al año, una cifra que está por ver si algún otro grupo es capaz de generar”, explica Natalia Bakhlina, directora asociada de Aecom, la consultora que ha coelaborado un informe sobre la evolución del sector el pasado ejercicio junto a la asociación internacional del entretenimiento temático, TEA en su acrónimo inglés.


El éxito de Disney no es casual. Controla “la ubicación idónea, los tiempos, el concepto necesario para el mercado en el que entra y el tamaño perfecto”, señala la analista. Ahora, la industria espera expectante la apertura de un nuevo parque de la marca en Shanghái, previsto para 2015. Es el hito; el mayor parque temático del continente asiático. El sector prevé que en su primer año de funcionamiento entren alrededor de diez millones de visitantes.


Una nueva amenaza a la hegemonía de Estados Unidos como meca de la industria. El país, con Orlando y California como cunas de este tipo de resorts turísticos, absorbió el año pasado 131,6 millones de clientes. Asia contabilizó 108,7 millones. Pero mientras que el mercado americano creció a un ritmo del 3,6%, el asiático lo hizo a un ritmo del 5,8%. Muy por detrás está Europa: 58 millones de visitas, una evolución plana respecto a 2011 motivada por la crisis y el mal tiempo en los meses de verano. Y pese a ese contexto, Eurodisney creció un 1,9%. “La marca, su larga historia y los personajes, que hacen que te lleves a tus hijos al parque, juegan un importante rol en su éxito”, subraya Bakhlina.


“Me da la sensación de que las marcas están sobrevaloradas”, rebate el coordinador del informe, David Camp, quien opina “que la calidad de la experiencia es más importante que la marca, que si no está bien representada puede resultar incluso contraproducente”. En Port Aventura, el mayor parque temático español y que se ha colado en la sexta posición de los más visitados de Europa, con sus 3,5 millones de visitas (un alza del 0,5%), están en parte de acuerdo con esa opinión. Para ellos, el objetivo no es centrarse en un nicho de mercado tan específico como es el infantil, cautivo de los famosos personajes de la factoría Disney, sino buscar un espectro más amplio, que sepa captar la atención de todos los miembros de una familia y conseguir que su resort se convierta en un destino vacacional y no simplemente en un parque temático. Esa misma tendencia, con larga tradición en Orlando, la siguen ahora otros centros, como los que bajo la enseña Lego opera el grupo Merlin, el segundo mayor operador.


El desarrollo del recinto de Tarragona ha ido de menos a más. De ser solo un parque a integrar hoteles y convertirse en un resort, donde pasan la noche uno de cada tres clientes. De ser un parque dominado por el cliente nacional a dar el salto al mercado internacional, que ahora copa el 35% de los clientes y tiene que llegar al 50%, según el plan estratégico de Investindustrial, socio único tras comprarle su participación a La Caixa. “La clave es convertirnos en un destino completo de ocio”, señala Fernando Aldecoa, director general de Port Aventura, quien entiende que lograr ese objetivo es una buena noticia en plena crisis, cuando las familias han sustituido grandes viajes por pequeñas salidas de unos días, en las que tienen cabida los parques temáticos.


La fórmula para crecer en un parque temático, aseguran los expertos, se basa en mantener un fuerte nivel de inversiones para poder picar el gusanillo cada año a nuevos clientes. Para que vayan si no han ido o para que vuelvan si ya conocen el parque. Es una fórmula que el sector da por buena desde hace mucho tiempo y que ha dado resultados. El resort de Disney en Anaheim (California) ganó el año pasado 1,3 millones de clientes, tras abrir un recinto dedicado al éxito cinematográfico y de marketing de Cars. El parque de Universal de Hollywood estrenó una atracción vinculada a Transformers y dio un salto de 750.000 clientes. En Orlando, el Reino Mágico de Disney generó 400.000 nuevas visitas tras renovar y estrenar otras atracciones. Y en Europa ha sucedido algo similar en el parque Asterix de Plailly, Francia, que saltó un 8% (1,79 millones de visitantes) tras ganar un 10% de superficie y estrenar nuevas atracciones, como una montaña rusa.


En esa dinámica de crecimiento, reinversión y mayor crecimiento tienen más difícil entrar los parques más modestos, que son los que más están padeciendo la crisis. “Algunos pequeños parques no han sido capaces de invertir y el resultado es que están sufriendo”, señala Camp. España, donde la oleada de aperturas planteada en los años noventa solo ha contado con el reciente éxito de Port Aventura, tiene un problema diferente. “Lo primero de todo es construir un parque con el tamaño adecuado al mercado que va a servir”, explica Bakhlina. En su opinión, justamente “sobredimensionar un parque es un caro error y en España hemos visto parques como Terra Mítica (Valencia) y Warner (Madrid) que pasaron apuros por esa razón en sus primeros años”.


Warner está en manos de Parques Reunidos, la única compañía española presente en el ranking mundial. Ha ido creciendo hasta situarse en la cuarta posición mediante la especialización en pequeños centros. La compañía denegó responder a un cuestionario formulado por este diario.


En el plazo de tres años, el principal parque temático español, Port Aventura, dará un salto cualitativo, cuando en sus alrededores se construya el recinto BCN World, que tiene operadores distintos de los del parque. Es una estrategia de éxito probado en el continente asiático. “Es un modelo muy común en Asia, donde desarrollan resorts integrados que incluyen parques temáticos, juego, alojamiento y temas culturales”, señala la analista. Aldecoa admite que es “un proyecto ilusionante, del que Port Aventura se puede beneficiar, como de cualquier inversión turística de calidad”. “Se han de diseñar para complementarse, para beneficiarse de los clientes que lleguen a la misma área, pero no competir entre ellos”, señala David Camp.






via Portada de Economía | EL PAÍS http://elpais.com/economia/2013/06/21/actualidad/1371837256_429074.html http://ifttt.com/images/no_image_card.png

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